Resumen ejecutivo
Family Planning 2030 (FP2030) se presenta ante la comunidad internacional como una plataforma técnica, inclusiva y neutral, dedicada a garantizar el acceso a métodos modernos de planificación familiar con un enfoque basado en derechos humanos. Su discurso institucional apela a la necesidad de empoderar a mujeres y niñas mediante el acceso a anticonceptivos y servicios de salud sexual y reproductiva, y afirma promover la equidad, la autonomía y el desarrollo sostenible. Sin embargo, este informe demuestra, con base en documentación oficial, declaraciones institucionales y registros públicos, que FP2030 ha integrado disimuladamente el aborto como un componente esencial e innegociable de su modelo de planificación familiar.
Esta incorporación no se realiza de forma abierta ni explícita en su presentación general, y obedece a 3 razones estratégicas fundamentales:
1. En numerosos países el aborto sigue siendo ilegal, parcial o totalmente, lo que impide a las organizaciones que lo promueven actuar abiertamente sin consecuencias legales o pérdida de legitimidad ante gobiernos locales.
2. El consenso internacional vigente, especialmente en foros como Naciones Unidas, ha excluido expresamente al aborto como método de planificación familiar. Por tanto, su inclusión dentro de este ámbito debe hacerse mediante eufemismos, términos ambiguos o apelaciones a conceptos como “derechos sexuales y reproductivos”.
3. La Política de Ciudad de México, impulsada por gobiernos republicanos de Estados Unidos (incluida la Administración Trump en 2017 y 2025), prohíbe destinar fondos federales a organizaciones que promuevan o practiquen abortos fuera del país. FP2030, que recibe financiamiento de USAID, evita declarar abiertamente su rol en la expansión del aborto para no comprometer su flujo financiero internacional.
En el capítulo 1, el informe FP2030 examina la arquitectura institucional de FP2030. Se describe su evolución desde FP2020 y su consolidación como una red internacional que articula gobiernos, ONGs, fundaciones privadas y organismos multilaterales. A través de 5 hubs regionales —con presencia en África, Asia, Europa, Iberoamérica y el Caribe—, FP2030 coordina acciones, monitorea compromisos nacionales y adapta su estrategia a contextos locales.
Aunque se presenta como una red de planificación familiar centrada en el acceso a anticonceptivos modernos, sus propios documentos muestran que FP2030 considera el aborto como parte del “paquete integral de salud reproductiva”, equiparándolo funcionalmente a la anticoncepción. Este enfoque se encubre bajo expresiones como “decisiones informadas”, “servicios integrales” o “acceso a derechos reproductivos”.
En el capítulo 2, el informe demuestra que FP2030 no solo está ideológicamente comprometida con la promoción del aborto, sino que lo hace con apoyo financiero de agencias gubernamentales como USAID, el principal donante bilateral de planificación familiar en el mundo.
En 2022, USAID otorgó una subvención de $15’000,000 dólares a FP2030. Aunque los comunicados oficiales afirman que los fondos se destinan a planificación familiar voluntaria, la documentación revela que estos recursos son utilizados para sostener estructuras institucionales —como los hubs regionales— que promueven el aborto de forma indirecta o velada.
FP2030 ha eliminado en fechas recientes el registro de USAID como donante de su sitio web, aunque su vinculación financiera es comprobable a través de herramientas de archivo digital como Wayback Machine. La alianza también canaliza fondos a programas en países como Etiopía, Kenia, Filipinas o Zambia, en los cuales las organizaciones socias ofrecen servicios abortivos o abogan por su legalización.
El capítulo 3 expone el núcleo del informe: FP2030 considera el aborto como un servicio fundamental de salud sexual y reproductiva. En el apartado 3.1, se recogen múltiples declaraciones institucionales, como la difundida el 17 de marzo de 2025, en la cual se cita a líderes de organizaciones miembro que declaran que “la anticoncepción y el aborto seguro deben estar disponibles dentro de los sistemas de salud pública”. A través de sus redes sociales, FP2030 promueve cursos y campañas organizadas por redes feministas abortistas, como la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” en Argentina. También publica artículos que presentan el aborto como un “derecho humano” y lo consideran una solución legítima ante la pobreza o la falta de recursos.
El apartado 3.2 del informe explica que esta postura no es solo sanitaria o técnica, sino profundamente política. FP2030 ha adoptado una posición de enfrentamiento activo ante la Política de Ciudad de México, aplicada durante los mandatos de Donald Trump, la cual prohíbe a las ONGs extranjeras que reciben fondos estadounidenses promover o realizar abortos. En lugar de excluir el aborto como método de planificación familiar, FP2030 respondió calificando estas restricciones como un “duro golpe para la salud femenina” y salió en búsqueda de nuevos financiamientos afines a su agenda abortista.
En el capítulo 4, se muestra cómo las organizaciones que integran FP2030 promueven y realizan abortos sin ambigüedades. Este capítulo documenta cómo sus socios internacionales más influyentes —entre ellos IPPF, MSI Reproductive Choices, Pathfinder International, Women Deliver, EngenderHealth, Fòs Feminista, FIGO y el Instituto Guttmacher— promueven abiertamente el aborto como un derecho humano, exigen su despenalización y lo incluyen como servicio esencial en sus clínicas, campañas y plataformas educativas.
Estas organizaciones desarrollan estrategias legales, comunicacionales y clínicas para institucionalizar el aborto como política pública. Algunas promueven el aborto autogestionado, la telemedicina abortiva y la incorporación del aborto en la Educación sexual integral (ESI).
A nivel regional, las ONGs miembros en Iberoamérica —como MEXFAM (México), Profamilia (Colombia), APROFA (Chile), PROMSEX y Manuela Ramos (Perú), CIES (Bolivia), Fundación Oriéntame y ASISTE (Colombia)— reproducen los mismos lineamientos: prestación de servicios de aborto, campañas de normalización, producción de materiales educativos y litigio estratégico. Todo esto bajo el marco de FP2030, que actúa como plataforma de articulación.
En resumen, la investigación contenida en este informe demuestra que FP2030 ha adoptado el aborto como un componente esencial de su noción de planificación familiar, aunque lo oculte detrás de un lenguaje técnico y de derechos.
Esta estrategia responde a limitaciones jurídicas, condicionamientos políticos y barreras de financiamiento que impiden una presentación abierta del aborto como objetivo institucional. Sin embargo, al analizar su estructura, sus aliados y su actividad real, queda claro que FP2030 es hoy una plataforma global de incidencia coordinada para la legalización, legitimación y normalización del aborto, que articula recursos financieros, influencia política y capacidad técnica para modificar el paradigma de salud sexual y reproductiva a nivel global.